lunes, 25 de noviembre de 2013

Las vacas también deberían tener un destete natural

Ya son varias, demasiadas, veces, las que escucho que "si a una vaca no se la ordeña, es malo para ella porque entonces tiene mastitis y otras enfermedades". Éste es un ejemplo más de cómo se le da la vuelta a las cosas de un modo totalmente oportunista (como sucede también, por ejemplo, con la "leche de continuación", que es más barata porque es de peor calidad, pero las empresas la venden como "adaptada a las necesidades nutricionales de los bebés de más de seis meses"). Lo malo es que este mito se escucha incluso entre colectivos vegetarianos (por ejemplo, los Hare Krishna). Quizás algunas personas utilicen este argumento para justificar su consumo de lácteos. Pero creo que la mayoría, simplemente, de verdad lo cree. Cuando se repite algo muchas veces, al final, "casi" se convierte en verdad.

Las vacas son mamíferos. Hasta ahí, todos estamos de acuerdo. Las hembras mamíferas dan el pecho del siguiente modo: nace su bebé, producen calostro, luego sube la leche, y la lactancia prosigue mientras haya demanda. La lactancia suele terminar paulatinamente, por lo que la producción de leche irá disminuyendo poco a poco, hasta desaparecer. Esto sucede así en todas las hembras mamíferas, humanas incluidas. ¿Qué pasa si el destete se da abruptamente? Pues que puede haber una obstrucción, y de ahí, una mastitis (que puede derivar en cosas peores, como un abceso). ¿Qué causa el destete en las vacas? Desde luego, no ellas. El destete abrupto, en todo caso, se daría por parte de los humanos, que les arrebatamos a sus hijos.

Pero en la ganadería industrial la cosa va más allá. Porque los ciclos reproductivos de las vacas están totalmente alterados por hormonas (la hormona de crecimiento bovino es inyectada a diario), para aumentar la producción de leche hasta niveles absurdos. Las vacas son inseminadas continuamente (60 días después de parir), porque así se mantienen sus niveles de producción. Los terneros son separados al día de nacer, de ese modo también se vende el preciado calostro de las vacas. La vida de una vaca lechera en una ganadería industrial es de unos cinco años. En condiciones normales, sería de unos veinte. Además, las vacas se ordeñan con máquinas que frecuentemente producen descargas eléctricas de mayor o menor intensidad, que suelen causar heridas en las ubres, lo que favorece igualmente la aparición de mastitis. También implica, por cierto, que la leche extraída tenga restos de pus. Para "solucionar" esto, se les suministran antibióticos continuamente, lo que hace que al beber leche se consuman antibióticos, desarrollando poco a poco tolerancia hacia ellos.



Los terneros, que no olvidemos son bebés recién nacidos, son separados, pues, de sus madres, a las pocas horas de nacer, confinados en espacios minúsculos para que no se muevan y su carne sea más "tierna". Uno de sus cuatro estómagos se usará para realizar cuajo para los quesos.

Cuando la producción de leche baja, cuando la vaca está totalmente agotada, es enviada al matadero.

En condiciones naturales, una vaca sólo desarrollaría mastisis por causas naturales (obstrucción, destete abrupto). Por lo tanto, no ordeñar a las vacas NO causa mastitis. Lo que causa mastitis es explotarlas artificialmente. ¿Cómo puede ser que se le haya dado la vuelta a esto de una manera tan evidente?

Por último, sólo recordar que la leche de las vacas está nutricionalmente adaptada a las necesidades de los terneros. Esto es, no a la de los humanos. Tiene demasiada grasa para los humanos y está fuertemente vinculada a la obesidad (EEUU, por ejemplo, que tiene unas tasas apabullantes de obesidad, está en el top de consumo de lácteos), así como a la osteoporosis (sí, por contradictorio que pueda parecer, mucha gente cree que el calcio de la leche de vaca protege de la osteoporosis, pero ése es otro mito más: el calcio de la leche está ligado a sus proteínas, lo que dificulta enormemente su absorción; la tirocalcina, de hecho, inhibe la absorción del calcio; en países asiáticos donde no se consumen lácteos es precisamente donde las tasas de osteoporosis son las más bajas). Además, muchísima gente tiene intolerancia en menor o mayor grado a la lactosa (porque la leche, no lo olvidemos, es un alimento para bebés y niños, no para adultos, por eso hacia los seis o siete años -la edad natural de destete en el ser humano, cuando se comienzan a caer los "dientes de leche", que por eso se llaman así- se suele desarrollar dicha sensibilidad, el no desarrollarla es una mutación).

En resumidas cuentas, cada uno tiene que decidir si consume leche, o cualquier otra cosa. No se trata de eso. Pero creo que hay que saber siempre cómo se produce lo que se consume, para que la decisión sea con pleno conocimiento. Porque sólo sabiendo lo que se decide, se decide realmente.
Si no, es únicamente un dejarse llevar. Una inercia.

2 comentarios:

  1. Genial post!! Dejar de tomar lácteos fue una de las mejores decisiones que he tomado, cada día me siento más feliz! Nos bombardean continuamente con información falsa e imágenes de vacas "felices" y nos lo creemos!! La realidad es tan distinta... Gracias por compartir la información!!

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  2. Muy útil, gracias :)

    Rosana.

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